viernes, marzo 12, 2010

destruir/contruir

Me es difícil controlar mis demonios, y aunque muchas veces parezca lo contrario, me dejo manipular por mis impulsos. Entiendo que últimamente por mi condición actual, tenga la posibilidad de manipular ciertas vidas, cambiarlas o destruirlas.

Alguna fuerza más allá de mis tentaciones o falsas apariencias angelicales, me hace dejar de ser yo y convertirme en un instrumento para cambiar alguna vida. No intento ser un santo, no intento dejar de satisfacer mis perversas obsesiones, para ser sincero, no se qué es lo que intento, solo me dejo llevar.

Me siento incomodo y enredado en esta red de actuaciones, pero esta tal vez sea la forma que encontré inconscientemente de pagar mis deudas con el karma. De todas formas, necesito mostrarles a esas almas, que son fuertes e independientes, que sus manos son capaces de darse placer y que Dios esta donde quieran que este. Si lo ven desde otra perspectiva, la soledad es solo una ilusión creada para llenar el espacio que existe entre la tristeza y la felicidad. Creo que deberían romper con esa idea de esperar un salvador, que les abra los ojos, las saque de su tierra y les muestre el mundo. Los salvadores son como yo: demonios con virtudes o ángeles con errores. Ambiguos así que sería mejor crear de ellos solo detalles y no como entes absolutos.

A pesar de todo, me ha costado lidiar con esto de poder destruir o mejorar mundos. Tal vez en este juego de interpretaciones, a la vez este explorando una realidad que siempre quise vivir, o quien sabe simplemente todo se salió de control, y por mi naturaleza, siento que no puedo dejar ciertos cables sueltos…prometo que esta es la última vez.


viernes, marzo 05, 2010

Se acabo el verano


Aprendí a caminar cuando solo tenía 8 meses de haber nacido, y a partir de ahí descubrí que mi futuro no le pertenece a nadie. Con esto comencé a explorar el mundo con mis pies, luego con mi bicicleta, después con el skate, y nuevamente regrese a mis pies.
Desde muy joven supe apreciar el arte de caminar, como una forma de explorar el mundo a mi alrededor y a la vez escaparme de este mundo. En todas las ciudades donde me ha tocado vivir o visitar, me acostumbraba a reconocer y marcar mi territorio, como si fuera un lobo instalándose en un nuevo ecosistema.

Sin darme cuenta el verano termino, y dentro de poco todo va regresar a la “normalidad” y el cotidiano del resto del año volver a atacar mi nostalgia. Es cierto mi teoría, estoy atrapado y no veo un camino para perderme en el.

Creo que cuando pasa el tiempo, el norte no lo determina el magnetismo|, y si la edad y la sociedad, ya que ahora mi norte esta direccionado hacia otro lugar que todavía no veo su final. Termina el verano creo que debí haber amado mas, nadado mas y equivocándome más. Pienso muchas veces que el final de un verano es lo que de verdad dicta nuestra edad, y no el día en que nacimos.

Siento una extraña claustrofobia de todo y de todos, tal vez me he vuelto un tanto paranoico al no haber podido realizar todos mis sueños de verano y ahora estoy pasando por una extraña resaca.

Quien sabe algún dia pueda escapar de todo esto por un verano…