lunes, diciembre 06, 2010

te vas


No quise aceptar que salí muy herido, no quise ver que de verdad el tiempo se detuvo en mí sin darme cuenta. Pensé que sería todo pasajero y los efectos colaterales del final de nuestra historia, pasarían rápido y desapercibido en algún momento, no quise aceptar que en el fondo me había pérdidas mis creencias.
Jugué a ser fuerte, a que todo lo que sentí y siento por alguien, podría ser reciclado de alguna manera tan orgánica y sencilla que sería imperceptible a mi ecosistema emocional. Un juego que por cierto, salí perdiendo mucho más que mi orgullo.
Para serte sincero ya no soy el mismo, y aunque intente ser mas insensible y frio de lo que he sido siempre, estoy más vulnerable y receptible que nunca, y de forma inconsciente busco la forma de sustituirte de una forma rápida y con anestesia. La verdad es que no soporto pasar mis días frente al televisor desde que te fuiste.
Las semanas ya no son las mismas, y las horas son una tortura cada vez que reviso la hora en mi reloj de pulso. Veo que llueve un día, y al día siguiente el sol tortura mi piel, y van pasando los días, y pienso que todo pasó y logre librarme de mis viejas cadenas, pero al final percibo que nada de eso existe, los cambios repentinos de temperatura y las hojas del calendario son inmunes a mi desesperación, y no aplican a todo lo que me rodea.
Es cierto, lo arruine todo y si hubiera aprendido a seguir mis propios consejos, hoy en día todo sería distinto, pero por desgracia no supe ser tu persona ideal y mi pasado es un fantasma casi tangible. No te pido cambiar esta realidad, no te pido perdón, ni te pido hablar del tema, te pido como cualquier prisionero de guerra, el derecho de ser tratado de una forma en que se reconozca mis logros, mi lucha y mi historia.
Tengo mil preguntas y mil y una respuestas distintas para cada una. Tengo experiencia y nuevas historias, tengo mis manos desgastadas por el trabajo que me costó entenderte. Tengo tantas cosas que hoy en día han perdido todo su valor en el mercado.
Te vas y eso ya es una realidad, es más, te fuiste hace mucho tiempo, lo que se va ahora es tu aroma, tu mirada perdida en el espacio, se va el calor de tu intimidad y se van tus incansables quejas sobre el mundo; se va el sabor de tus creaciones culinarias. Se va mi historia y se va mi incapacidad de saber hacer las cosas bien.
La realidad es que aunque haga parte de tus malos vicios, de tu corazón yo ya fui borrado hace algún tiempo.