Silencio…nada se ha roto, ningún sonido fue emitido…no paso nada, solo murió el amor, se prendieron las luces y por primera vez en años, el tiempo comenzó a correr para mí.
Por un tiempo siento tantas cosas, y al minuto siguiente no siento nada…y hablando de nada, todo me sabe a nada, no quiero ver ni escuchar nada y mis dedos no sienten la diferencia entre el frio y el caliente.
Intento ser fuerte, aceptar el destino o mejor dicho, convencerme de que no puedo controlar el futuro y tendré que aprender a vivir con la idea de que soy el culpable en gran parte, de no haber podido manejar tus sentimientos sin hacerte daño. No dejo de buscar en los videos de mi mente, el momento exacto en que perdimos el equilibrio de nuestro mundo.
La verdad acepto que nunca supe cuidarte como tenía que ser, acepto que viví todo este tiempo confiado y en una enorme contradicción sobre cada paso que dábamos.
Tengo un extraño miedo que no había sentido desde que era un niño…tengo miedo de ver tus fotos, miedo de ir a algún lugar que me recuerde a ti, y miedo a encontrarte en alguna calle…tengo miedo de estar solo y que mis recuerdos toquen la ventana.
Ahora mas que nunca, necesito mantenerme cuerdo, en este momento en que mi futuro puede ser escrito en un inservible papel. Pero perdí mi mayor apoyo, la fuente de mi fuerza y cordura.
Mis sentimientos no tienen sentido….no ven pero nunca pude hacer que los vieras, son mudos pero nunca te enseñe a escucharlos.
